La sangre transportada por las venas rumbo al corazón, en especial en los miembros inferiores, debe vencer la fuerza de gravedad para poder circular sin detenerse. Este hecho es más notorio en las venas que se ubican por debajo del corazón y en especial cuando el individuo está de pie. Las válvulas que poseen las venas en su interior evitan el reflujo de sangre al cerrarse, haciendo que el fluido sea unidireccional. Por otra parte, la sangre que circula por venas que están por encima del corazón, sea el caso de las venas yugulares, retornan a la aurícula derecha ayudada por la misma fuerza de gravedad. Cualquier causa que produzca pérdida de tonicidad en las venas, relajación y estiramiento de sus paredes actúa negativamente sobre el cierre de las válvulas, con el consecuente reflujo. La sangre se estanca y la vena se dilata. Las várices son venas dilatadas, de trayectos tortuosos y con alteración de sus válvulas, que impiden el normal movimiento de la sangre y provocan una circulación retrógrada o reflujo. Con el tiempo las várices se agrandan si no son tratadas, ocasionando hinchazón o edema en las piernas, manchas de color violáceo y más tarde de color café. Cualquier traumatismo en la zona produce úlceras varicosas, ya que las heridas no cicatrizan fácilmente y tienden a extenderse en profundidad.
FACTORES PREDISPONENTES,
Las causas de la aparición de várices están ligadas a diversos factores.
-Genética
-Sexo: las mujeres están más predispuestas a sufrir de várices que los hombres, en una relación de 5:1.
-Menstruación: cuando empiezan los ciclos menstruales, en especial en aquellas mujeres predispuestas genéticamente, las hormonas actúan a nivel de las venas ocasionando pequeñas formaciones varicosas y algunos derrames.
-Gestación: los factores que pueden favorecer la formación de várices en los miembros inferiores son los aumentos hormonales que acompañan al embarazo y la compresión, en las últimas semanas, del útero sobre los vasos venosos. Un excesivo aumento de peso predispone aún más la formación de várices en la gestación.
-Menopausia: en esta etapa de la vida, los desequilibrios hormonales pueden ocasionar formación de várices en algunas mujeres.
-Obesidad: debido a la acumulación de grasa en los miembros inferiores, un inadecuado desarrollo muscular y la falta de actividad física. Estos factores actúan de manera negativa sobre la anatomía de las venas.
-Ancianidad: por atrofia de las venas.
TRATAMIENTO.
El tratamiento de las várices es quirúrgico. En casos leves, es conveniente no permanecer sentado o de pie durante largos períodos, utilizar medias compresivas y realizar actividades físicas como caminatas, paseos en bicicleta o natación para disminuir la presión en las venas. La dilatación de las venas o várices toma distintos nombres según sea el órgano afectado. Cuando se alteran los vasos del canal inguinal se llama varicocele, mientras que la dilatación de las venas del ano se denomina hemorroides.
FACTORES PREDISPONENTES,
Las causas de la aparición de várices están ligadas a diversos factores.
-Genética
-Sexo: las mujeres están más predispuestas a sufrir de várices que los hombres, en una relación de 5:1.
-Menstruación: cuando empiezan los ciclos menstruales, en especial en aquellas mujeres predispuestas genéticamente, las hormonas actúan a nivel de las venas ocasionando pequeñas formaciones varicosas y algunos derrames.
-Gestación: los factores que pueden favorecer la formación de várices en los miembros inferiores son los aumentos hormonales que acompañan al embarazo y la compresión, en las últimas semanas, del útero sobre los vasos venosos. Un excesivo aumento de peso predispone aún más la formación de várices en la gestación.
-Menopausia: en esta etapa de la vida, los desequilibrios hormonales pueden ocasionar formación de várices en algunas mujeres.
-Obesidad: debido a la acumulación de grasa en los miembros inferiores, un inadecuado desarrollo muscular y la falta de actividad física. Estos factores actúan de manera negativa sobre la anatomía de las venas.
-Ancianidad: por atrofia de las venas.
TRATAMIENTO.
El tratamiento de las várices es quirúrgico. En casos leves, es conveniente no permanecer sentado o de pie durante largos períodos, utilizar medias compresivas y realizar actividades físicas como caminatas, paseos en bicicleta o natación para disminuir la presión en las venas. La dilatación de las venas o várices toma distintos nombres según sea el órgano afectado. Cuando se alteran los vasos del canal inguinal se llama varicocele, mientras que la dilatación de las venas del ano se denomina hemorroides.
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